¿Has escuchado hablar sobre la importancia de cuidar nuestro suelo pélvico?
El suelo pélvico muscular está formado por un conjunto de músculos que van desde el pubis al coxis y que forman un suelo o base en dos niveles: uno superficial y otro profundo; el conjunto de esta gran musculatura tiene como misión sostener las vísceras de la pelvis menor: vejiga, útero y recto.
- La capa superficial de músculos fibrosos y alargados es lo que a menudo llamamos periné.
- La capa profunda de músculos anchos y gruesos, el llamado “diafragma pélvico”. Tiene forma de cúpula convexa hacia abajo y cóncava hacia arriba.
- Los músculos se entrecruzan y rodean los orificios de la uretra, de la vagina y del ano, contribuyendo al control esfinteriano; tienen una doble función, sostener la parte baja del abdomen, que debe estar fuerte y tónica, puesto que este sostén se refuerza en circunstancias de esfuerzo, pujo y aumento de volumen y peso de las vísceras, y está especialmente relacionado con la capacidad contráctil de los músculos, el paso hacia el exterior o el interior, que es posible gracias a la elasticidad de las estructuras.
- El suelo pélvico no trabaja de forma aislada, si no que funciona de manera sinérgica, coordinada y compensada con el core, que son los músculos que se extienden desde las costillas hasta la pelvis y que se encuentran en la parte anterior, lateral y posterior. Compuesto por el recto mayor, el diafragma, el músculo transverso abdominal (el más profundo), el oblicuo mayor y menor y los multífidos (espalda).
Activar el suelo pélvico en las clases de Pilates
- El primer paso es aprender a descubrir esta zona de nuestro cuerpo. Para ello, realizamos una serie de ejercicios iniciales que nos ayudan a tomar conciencia de esta musculatura. Sentirla en situaciones de resistencia y en situaciones de contacto, para después continuar con ejercicios más avanzados.
- Para ejercitar la musculatura profunda del suelo pélvico es necesario no sólo realizar contracciones concéntricas de los músculos que rodean los esfínteres, sino también intentar elevarlos hacia arriba, hacia el interior de nuestro cuerpo. Igual de importante resulta efectuar correctamente la contracción y elevación de los músculos del periné, como la relajación de los mismos. Cuando en clase trabajamos estos ejercicios con nuestros alumnos, les sugerimos que visualicen imágenes con este movimiento. Interiorizarlo y mantenerlo en la mente mientras se realizan los ejercicios, facilita la correcta ejecución de los mismos.
Otro de los objetivos prioritarios del Pilates, muy ligado a la protección del suelo pélvico, es el fortalecimiento del Core. De este grupo de músculos, obtenemos la mayor parte de la fuerza de nuestro cuerpo al estar formado por los músculos estabilizadores de la espalda, los abdominales, el diafragma y el suelo pélvico. Es decir, los músculos que participan en la estabilidad del cuerpo, sujeción de las vísceras, continencia y estabilidad lumbo-pélvica.
No hay más que decir, decídete a practicar Pilates!!!!